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viernes, junio 09, 2006

El periodismo ya no es lo que era.

¿Os acordais del periodismo comprometido? ¿Os acordais de una profesión con su toque de romanticismo?
Nada de esto queda ya. Excepto los blogs, blógicamente.
Hay que rellenar espacios. La televisión y la radio deben ocupar tiempo y los periódicos espacios. El objetivo ya no es lo que cuentas sino sobre lo que hables y que llenes suficientes minutos o bastantes hojas; time is money (el tiempo es un maní, como dirían Les Luthiers) y el publishing lo sabe.
No es que únicamente se deba informar sobre desgracias, desastres... eso no es compromiso. El compromiso es ser honesto consigo mismo y con los cuatro gatos que lean, vean o escuchen. El comunicarse por el placer de comunicarse y eso es incompatible con una cuenta de beneficios; no nos engañemos: o somos rentistas o hay que pagar un precio político, económico o moral por lo que debemos escribir.
Nos pagan para que escribamos sobre unos determinados temas y no sobre otros. Y si no estamos de acuerdo: au revoir. Somos funcionarios de la palabra: pero sin moscosos, ni bajas indefinidas.

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