¿Os acordais del periodismo comprometido? ¿Os acordais de una profesión con su toque de romanticismo?
Nada de esto queda ya. Excepto los blogs, blógicamente.
Hay que rellenar espacios. La televisión y la radio deben ocupar tiempo y los periódicos espacios. El objetivo ya no es lo que cuentas sino sobre lo que hables y que llenes suficientes minutos o bastantes hojas; time is money (el tiempo es un maní, como dirían Les Luthiers) y el publishing lo sabe.
No es que únicamente se deba informar sobre desgracias, desastres... eso no es compromiso. El compromiso es ser honesto consigo mismo y con los cuatro gatos que lean, vean o escuchen. El comunicarse por el placer de comunicarse y eso es incompatible con una cuenta de beneficios; no nos engañemos: o somos rentistas o hay que pagar un precio político, económico o moral por lo que debemos escribir.
Nos pagan para que escribamos sobre unos determinados temas y no sobre otros. Y si no estamos de acuerdo: au revoir. Somos funcionarios de la palabra: pero sin moscosos, ni bajas indefinidas.
viernes, junio 09, 2006
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