Este viernes inauguro una exposición de fotografías en Artymagen, en Zaragoza, España.
Será una exposición bastante personal pues incluiré imágenes que no he expuesto nunca y que, para mí, tienen especial significado ya sea porque fueron algunas de las primeras fotos que tomé... porque me gustaron al recordarme un viaje... no sé, experiencias personales.
El otro día, al escogerlas, no pude dejar de sentir cierta nostalgia de las personas retratadas y, sobre todo, de su futuro, a veces incierto. ¿Qué será hoy de sus vidas? Refugiados, guerrilleros, vendedores ambulantes, pintores callejeros, soldados, religiosos de mil creencias... Al retratarlos siempre queda algo que parece como si tú les pertenecieras y, al contrario, como si ellos, nunca dejaran de estar al lado tuyo. Son trozos de vida robados; a menudo sin importancia pero que congelan el pasado para recordar lo que fueron y lo que somos: pequeños trozos de vida que nos cruzamos de vez en cuando. Espero que Dios reparta suerte.
martes, junio 13, 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario